ARDER EN LA OSCURIDAD. Sobre «Burn» de James Marín

Burning in the Dark. About «Burn» by James Marin

Por: José Gabriel Bastidas Álvarez

Estudiante Artes Plásticas | Universidad de Caldas | jose.11912956@ucaldas.edu.co

Figura 1. Marin, J. (2020) Burn [Fragmento, intervención de objeto encontrado]. Manizales: Portafolio del artista.

“Y la poesía pura fue a establecer, desde el lado opuesto del romanticismo, pero con más profundidad, con más derecho, diríamos, el que la poesía lo es todo. Todo, entendamos, en relación con la metafísica; todo en cuanto al conocimiento, todo en cuanto a la realización esencial del hombre. El poeta se basta con hacer poesía, para existir; es la forma más pura de realización de la esencia humana.”

Zambrano M. (1939), filosofía y poesía

Comenzaré este texto describiendo una estampilla o postal de procedencia argentina, quizá de la época victoriana, los tiempos de las cartas y las encomiendas selladas. En ella podemos ver una fotografía de un hombre en plano medio, de perfil y su cabeza mirando ligeramente hacia su izquierda. Su mirada es fija y neutra sin ninguna expresión en su rostro, con cabello corto peinado para atrás, lleva un bigote pulido y de puntas arriba. Es un hombre de semblante clásico, bien vestido; con su camisa blanca, corbatín de color claro, un chaleco oscuro abotonado y un saco de paño oscuro abierto. En la parte inferior de la postal, escrito con una tipografía francesa,  aparece el nombre José Gaffaro, también el escudo de la patria y, en la parte inferior derecha, la dirección argentina.

Figura 2. Anónimo. (sf) Postal [objeto encontrado por James Marín]. Manizales: Portafolio del artista.

James Marín me contó que un día en sus salidas encontró esta estampa, la recogió y guardó, para después tomar un encendedor y empezar a generar una quemadura, teniendo la delicadeza de no dañar los ojos, ni el vestido. Con un fuego controlado oscurece, pero no daña la postal. Después añade unos detalles con acrílico y así culmina su obra. Se trata de un objeto encontrado, un objeto en quietud, abandonado y en apariencia obsoleto. El artista sabe encontrar arte en la basura, le da valor a lo perdido.

James al recoger esa estampa y volverla suya, la reconoce como una pertenencia de valor o de intriga, resuena con aquel objeto. Puede ser que no sea una acción consiente, pero gracias a ese primer acto, recogerlo con sus manos, el objeto ya no está perdido, abandona su estancia,  su quietud y pertenece a la magnificencia del artista. Ahora James juega este papel de dios inspector, lo contempla con su mirada y su necesidad de juicio a priori, para darle la oportunidad de pertenecer a su mundo y sus conclusiones.

El arte ahora no es tan clásico, no se queda en la hoja y el lápiz, busca un medio de resonancia con su ambiente, con las distintas atmósferas de la cotidianidad para encontrar y escoger aquella imagen, para que renazca como objeto artístico. El arte es medio creador y genera argumentos que dan vida a un objeto, ahora podrá caminar por el mundo dejando una huella imperdible e invaluable o ser como este respiro corto y silencioso.

La postal del artista James Marín puede encontrarse en internet. Busca miradas de menos de diez segundos de gente que ni siquiera puede apreciar su verdadero valor, habrá unos pocos que la analizarán y una minoría que le pedirá a James, que le de voz a su obra. Allí su vida es volátil, está cargada de peso argumental, pero se pierde en la contaminación visual que conlleva el internet. El objeto encontrado, “la postal”, tiene una nueva vida, pero adquiere ese sabor agrio de boca al ser una imagen más entre muchas otras.

Durante el reinado de la reina Victoria, la alta alcurnia tenía la tendencia de mandar cartas selladas con postales de fotografías, con firma y dirección. Así se denotaba su apellido familiar de peso y su estatus. Al ser una postal latinoamericana, lo más probable es que haga parte de la popularización posterior de la tendencia victoriana. Con el ingreso de la fotografía de cincuenta milímetros, las personas de poderío obtuvieron el privilegio de ser inmortalizados en papel, otorgándole vida eterna a ese instante de la captura fotográfica. La postal era un medio para resaltar su intimidad, su hogar, su rostro y su vida. El artista Jhon James comprende esta estela argumental -la vida de esa imagen encontrada- y toma pertenencia de ella, puede hacer con ese objeto lo que él quiera. Diría que transmuta la fotografía,  juega con la mirada y su brillo para recordarnos la existencia de un ser.

El elemento con el que decidió intervenir la estampilla el artista fue el fuego, lo utilizó como una herramienta esencial, como un lápiz incontrolable sobre una hoja. A diferencia de un lápiz tradicional, el fuego es incontrolable e insaciable, todo lo que toca lo puede dañar. Admiro la delicadeza y el pulso del artista en la realización de su obra y que no haya encontrado la muerte de esta. James quemó una forma de existencia, ahora el ser de la obra ya no remarca una postal y su alcurnia: el fuego le dio otra vida. Lo transmutó, su memoria ahora es irreconocible, su rosto ya no existe, nos dejó un vacío profundo dentro de sus facciones, ya no sabremos nada de él, la obra le borra el nombre y su procedencia, solo nos deja un poco de ropa, sus ojos y esa quemadura, ese negro infinito.

Figura 3. Marin, J. (2020) Burn [Intervención de objeto encontrado]. Manizales: Portafolio del artista.

El fuego se convirtió en las manos del artista que hizo que la existencia de una postal se trasmutara a algo más, le quitó el nombre a un retrato y lo hizo renacer. Ahora ya no es “José Gaffaro” ahora es “Burn” un verbo en inglés que significa “quemar”, su nombre se convirtió en una acción profunda. Un retrato ajeno se convirtió en un ser oscuro que no tiene forma. Una figura sin rostro que flota en la oscuridad, después del caos queda una quemazón, un negro profundo, espectral y abierto a la imaginación.

“Burn” es una entidad que tiene cualidades humanas, en su mirada y en su vestimenta, los ojos son una guía para conectarnos con un espíritu, el artista fue precavido en dejarlos intactos, son los que me hacen sentir que hay un alguien detrás de todo ese negro. Su saco tiene un valor importante: es el recordatorio de su poder y pudor, sus vestiduras nos recuerdan sus privilegios. La mancha negra controlada (quemadura) y estas cualidades humanas, se formalizan en un espectro, la imagen se convierte en un fantasma, Burn es efímero. Se aparece como un recuerdo de alguien vivo que desaparece, pero al mismo tiempo arde para la eternidad, gracias a la creatividad de James.

El espectro nos revela la magia de la poesía que abre paso a la existencia, tenemos una necesidad de que nos recuerden, como una facción de un tiempo y de una vida, todos queremos trascender y puede ser que algún día no sea por nuestras manos sino por otras. James le da un nuevo sentido a la postal, transforma el recuerdo de José Gallaro, busca quemar almas y amputar historias del pasado. Diría que lo hace para ejercer su labor creativa, pero me encantaría pensar la obra en su sentido crítico, porque también trata sobre la igualdad. La acción casi de despojo de la corporeidad humana, me habla del destino al que todos pertenecemos, la muerte y el olvido. La oscuridad que aparece en la postal nos pertenece a cada uno de nosotros. Somos entidades que tenemos una historia y no sabemos si algún día simplemente será quemada por un artista.

Cómo citar:
Bastidas, J-G. (2021). Arder en la oscuridad. Sobre «Burn» de James Marín. Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo 1(4). Disponible en: https://portalerror1913.com/2021/12/18/arder-en-la-oscuridad/

Fecha de recibido: 5 de agosto de 2021 | Fecha de publicación: 18 de Diciembre de 2021

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