UNO, DOS, TRES Y… PARE DE CONTAR

One, two, three, and… Stop counting

Por: Cristian Camilo Quintero Toro

Estudiante Artes Plásticas | Universidad de Caldas | cristian.11210406@ucaldas.edu.co

Figura 1. Quintero, M. (2020). Con uno, dos o tres de uno mismo. [Vista de Sala]. Manizales: Pinacoteca Universidad de Caldas.

“Hemos intentado en vano contar desde la arena hasta las estrellas, pero no sabemos muy bien qué es infinito y que simplemente no hemos logrado enumerar. Nos ubicamos en un mundo inconmensurable por medio de la repetición: la división numérica de ciclos, fenómenos y hasta humanos que llegan a la tierra. Contamos células y minutos, clasificamos objetos y establecemos sistemas codificables. Enumeramos la realidad, la volvemos métrica en estanterías para consumir, partículas para investigar o millones de unos y ceros para digitalizar. ¿Cómo enfrentarse a un infinito que está adentro y afuera? ¿Cuántas personas viven en uno mismo? ¿De qué sirve numerar, si los números son infinitos?” (Ospina, 2020)

Fragmento de audio curatorial por Andrea Ospina Santamaría. De la exposición “Con uno, dos o tres de uno mismo” de Mateo Quintero

Con uno, dos o tres de uno mismo es la más reciente exposición de Mateo Quintero, artista Plástico de Manizales (Colombia); en ella encontramos diferentes medios de expresión y formas de comunicación que la cargan de características pictóricas y plásticas, las cuales hacen un llamado a descubrir la intención detrás de las piezas. La exposición presenta un recorrido que no busca complejizar el descubrimiento de la misma, pero a su vez, invita a quienes la recorren a que cree sus propias formas de exploración dentro del escenario virtual. El deambular por la sala, establecer interacciones no lineales y elegir qué elementos ver y cuáles no, permite que cada espectador descubra un entramado de formas, detalles, colores e imágenes diferentes y dentro de estos mundos particulares, tal vez una idea en común: la minucia característica del artista.

El uso de la repetición como uno de los elementos protagónicos de la obra, además del uso recurrente de conceptos y figuras de la vida cotidiana, hace que la exhibición se ubique en una secuencialidad intencional. Teniendo en cuenta el contenido redundante (algunas piezas fueron expuestas en trabajos anteriores) y la serialidad como uno de los pilares principales para los procesos de creación, la exposición conecta con distintos momentos de la expresión artística del Mateo. La comprensión de esta intención cíclica se convierte en una herramienta para navegar las indagaciones que se presentan en la exposición, que constantemente surca los caminos de los aspectos más cotidianos de la vida y varias teorías científicas.

La infinidad del universo es, sin duda, uno de los grandes misterios que envuelve a la humanidad desde el principio de su existencia. Enumerar objetos y clasificar especies, árboles, ríos, nubes y astros es una actividad que ha desvelado al ser humano desde su forma primitiva. Es esta premisa la que conduce, en un primer momento, el acercamiento a la obra de Mateo Quintero, esta actividad recurrente que se observa en la mayoría de sus obras y que se manifiesta como una actividad lúdica, resultante de la fatiga, que transita hacia la virtud de detener el tiempo para observar y contar. Arthur C. Clarke, en 2001 Odisea del espacio describe esta actividad misteriosa con las siguientes palabras:

“Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra. Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido, luce una estrella en ese Universo. Pero, cada una de esas estrellas es un sol, a menudo mucho más brillante y magnífico que la pequeña y cercana a la que denominamos el Sol. Y muchos, quizá la mayoría, de esos soles lejanos tienen planetas circundándolos. Así, casi con seguridad hay suelo suficiente en el firmamento para ofrecer a cada miembro de las especies humanas, desde el primer hombre-mono, su propio mundo particular: cielo… o infierno.” (Clarke, 1998)

Cuando nos encontramos con la ejecución de la propuesta artística, desde la práctica de actividades cotidianas como lo son la enumeración y la contemplación, es fácil para el público encontrar una conexión que haga las veces de entendimiento por las intenciones del artista en su obra, sin embargo, al detenerse en lo caótico del orden establecido en la obra, se vislumbra la obsesiva compulsión con la que está constituida la propuesta. Lo anterior permite que se generen nuevas relaciones sobre las razones de la obra para darle un giro a sus intereses y tratar de indagar qué hay más allá de la representación de una actividad.

Figura 2. Quintero, M. (2020). Infinito compulsivo. [Exposición Con uno, dos o tres de uno mismo]. Manizales: Pinacoteca Universidad de Caldas.

Como mencioné antes, enumerar es una actividad que ha llevado a la humanidad a revolcarse en las enmarañadas rutas de la ciencia, siendo esta la catapulta para resolver grandes misterios y dejar otros más por resolver. Así es como podemos observar algunas fijaciones en la obra de Mateo, piezas que están totalmente referenciadas por teorías científicas, mitos y otras realidades que se han envuelto en los caminos de la humanidad para cifrar y descifrar su mundo.

Macro o micro, como en el fútbol (cuando no es profesional y contamos el número de jugadores), la vida se divide en cifras que podemos usar para definir situaciones simples o complejas, nos encontramos en un mundo que está fácilmente vinculado a extremos: sí o no, blanco o negro, bien o mal, 0-1. Me refiero a los valores numéricos “ceros y unos” como los extremos que compiten entre sí para codificar el lenguaje computacional, existente en casi todas las tecnologías que usamos actualmente. Estos valores permiten dimensionar las estrategias que ha desarrollado la humanidad para seguir contando, más allá de sus habilidades físicas, terrenales y espirituales. De acuerdo con Mateo Quintero, existen en este universo infinitas cosas que la humanidad no ha logrado enumerar, pero siendo la computación una extensión, creada en el afán por superar su propias habilidades, nos encontramos con la capacidad de hacerlo y aun así no lograr enumerar, clasificar o calificar esas “infinitas contables” que terminan siendo incontables. La obra sigue siendo, entonces, una ilusión o compulsión por materializar el infinito que nos supera como especie y que sigue siendo un horizonte lejano, aunque se trate de una de las actividades más primitivas del ser humano.

Figura 3. Quintero, M. (2020). Finito contable [Exposición Con uno, dos o tres de uno mismo]. Manizales: Pinacoteca Universidad de Caldas.

Retomando la ruta de la exposición observamos que el valor numérico en cada una de las obras, es algo explícito y sin pretensiones, más allá de la simple intención de enumerar y ordenar; sin embargo, existe algo que demuestra un vínculo arcano con los paradigmas universales, con lo natural, con ese orden ancestral, estelar y sacro. Tal vez las diferentes piezas se conviertan en un tránsito para redimir la fatiga, un momento de detención y observación, que nos permite enumerar y ordenar los elementos que se encuentran en la exposición, son parte de una actividad que sigue replicándose, incluso en quienes visitan la sala. Aunque se siente un velo que encubre una intención metafísica en la actividad numérica, también se percibe una naturalidad que hace parte del espacio mismo, de la repetición, enumeración e incluso acumulación que allí se instala. El orden de las obras, no solo por su disposición, sino por su composición, también representa el desorden de contar compulsivamente sin una causa, solo por el detenimiento y la observación de las cosas, de la vida.

En la computación se predice un futuro con posibilidades innumerables, es así como podemos evidenciar la potencia de este instrumento que, hoy por hoy, radica en las nuevas tecnologías de la llamada computación cuántica, millones de datos analizados en tiempo real que superan la capacidad humana y que son conjuntos de tareas inimaginables. Futuros próximos de una de las actividades arcaicas de la humanidad que han superado los límites de nuestras habilidades físicas y cognoscitivas, hemos cedido el control del orden natural a las máquinas, nos hemos rendido ante la frustración de no poder contener universos, de no poder contener nuestras multitudes, cedemos la pluralidad humana a la singularidad de las máquinas. En la exposición de Mateo Quintero, es evidente una actividad primitiva que ha pretendido ir mucho más allá de su configuración humana, pero nos demuestra un detenimiento casi necesario, compulsivo y fatigante.

Figura 4. Quintero, M. (2020). Unidad de cómputo [Exposición Con uno, dos o tres de uno mismo]. Manizales: Pinacoteca Universidad de Caldas.

Finalmente, es necesario mencionar una especie de anomalía en la navegación que dispone la sala, encontramos una idea general de la propuesta expresiva del artista que cuenta con un orden estético pero que rompe con la intención principal de su obra. Ya que, subjetivamente hablando, se observa un carácter de archivo que quizá pretende agrupar varias de sus propuestas en una sola sala, una sola exposición, pero tal vez no sea la mejor forma de abrir el velo a las características metafísicas de su obra y no permita realizar estos vínculos con esa relación universal. Pienso en una atmósfera mucho más plausible, analítica y profunda, que permita descubrir los misterios de una obra que me remite a lo esencial de los días terrenales, pero me dispone a un viaje por lo universal y arcano.

Referencias

Clarke, A. (1998). 2001, Una Odisea Espacial. Barcelona: Plaza & Janés Editores.

Ospina, A. (2020). Audio curatorial exposición Con uno, dos o tres de uno mismo”

Quintero, M. (2020). Con uno, dos o tres de uno mismo. Manizales: Pinacoteca Universidad de Caldas. https://bellas-artes.vr-360-tour.com/e/fsIBeYZCY-8/e?fbclid=IwAR2KasSXi8yLL8_dq2z3M-SARlUCq0yFkt5oTgVn2WtsoGksDjYCZVbukjE

Cómo citar:
Quintero, C-C. (2021). Uno, dos, tres y… Pare de contar. Revista de arte contemporáneo 1(4). Disponible en: https://portalerror1913.com/2022/03/03/uno-dos-tres-y-pare-de-contar/

Fecha de recibido: 5 de diciembre de 2021 | Fecha de publicación: 4 de Marzo de 2022

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s