PALABRA MUDA. Sobre «Crónicas de un Cuerpo Testigo» de John Mario Montoya

Mute Word. About «Chronicles of a Witness Body» by John Mario Montoya

Por: Juan Manuel López Pasos

Estudiante de Artes Plásticas | Universidad de Caldas

juan.11714884@ucaldas.edu.co

Figura 1. Montoya, J. (2019). Crónicas de un cuerpo testigo [Pintura]. Manizales: Centro de Museos Universidad de Caldas. Fotografía cortesía del Festival Internacional de Arte Contemporáneo

Muerte, muerte, muerte

que te presentas lenta

Blanca y roja

Siempre indiferente,

En la lejanía que nos llegas

¡En el silencio o grito nos esperas!

Misterio que levitas

Murmurio que silente invitas,

A no mirar más y callar,

A no mirar más,

A no mirar.

¡Ay, memoria del desahuciado! ¿Por qué si todos somos testigos, víctimas y verdugos, nos negamos el hablar, el recordar? Un cuerpo extendido yace inmóvil, en ningún lugar. Plácido, sin vida, el dolor es mucho, como si soportara el sufrimiento de todos los exiliados de este mundo. En la retórica del mundo nos persuadimos con la huida, sea fortuita o desesperanzada. En la negación suponemos librarnos del pecado. El mutismo es la enfermedad de nuestro desamparo, como todo náufrago alucinamos y hasta esto nos fatiga. Creemos que el consuelo consiste en desaparecer, que el olvido nos será grata redención de la inopia. La condena al parecer es repetir toda desgracia, flagelo histórico.

Una pincelada ligera, casi etérea, invisible, un cuerpo que reposa en un ocre de tierra blanda que nos nombra. Sin rostro la figura estoica, una manta, así el sudario del nazareno de Sion, no solo nos habla de la muerte del hombre sino de lo divino ¡Crepuscular huida! Como todo en lo baldío, nuestra herida es de todos y de nadie. Así el ídolo muerto, aquí enterramos a los santos a machete y llamamos gobernantes a los verdugos.

Hablar del Medellín de los 80-90’s es reconocer una de las épocas más sangrientas de la historia del país, cuyos fantasmas aún se asoman, en los rincones indómitos de este platanal labriego, a bala y sangre. Ese umbral de carmesí azabache es una crónica que no se puede tomar a la ligera. Lo ominoso murmura su aparición, en la posición “decúbito”.

John Mario Montoya nos invita al silencio, al recordar. No reproduce la sevicia de la brutalidad -esta nos es condición intrínseca- sino que murmura el luto de la pérdida confusa, murmura la pérdida del luto. Si bien es una obra compuesta por un archivo colectivo -la apuesta por la memoria nacional desde una mirada en particular- es preciso recalcar su valor alegórico, en la disyuntiva de un discurso otro, cuya metáfora nos hace pensar en la naturaleza humana, en el ocaso, pensamiento crepuscular del cataclismo y el colapso. Aquí siempre son los últimos días.

Figura 2. Montoya, J. (2019). Crónicas de un cuerpo testigo [Fotografía Sala]. Manizales: Centro de Museos Universidad de Caldas. Fotografía cortesía del Festival Internacional de Arte Contemporáneo

Por eso sus cuerpos -más que figura humana o condición histórica- son un paisaje onírico, horizonte en ruinas y premonición desolada, fatum terrible. Veo en sus formas la narrativa no solo de las comunas en danzas de metralla, un monte de minas y sombras, urbe magnicida sumida en el caos y el terror; veo la incertidumbre que siempre acecha -por tardía que parezca- una naturaleza muerta que se extiende con la muerte como hecho irrefutable, mirada prófuga, nos da conciencia de lo irremediable por casual y causal; un vanitas del cual somos los ácigos frutos de todo los deicidios y los genocidios de lo humano, el territorio que nos respecta es la Babilonia de rameras y corsarios, el infierno que nos alberga, en la ciega fe de un paraíso de amargados.

Por eso su pintura es un agudo augurio, una visión fehaciente de lo que fue y es, una palabra muda, sin punto aparte que preceda.


Nota: La exposición de John Mario Montoya se presentó en el Centro de Museos de la Universidad de Caldas, en el marco del cuarto Festival Internacional de Arte Contemporáneo, del 16 al 20 de septiembre del 2019. Crónicas de un cuerpo testigo es un proyecto de investigación-creación realizado en la Maestría en Artes de la Universidad de Caldas. Les compartimos el texto curatorial de la exposición:

“Las crónicas de John Mario Montoya están escritas en su cuerpo, la violencia colombiana logró atravesar su piel, su carne, sus pinceladas y sus huesos. Su obra es un testimonio, un testimonio de la más cruel de nuestras costumbres, pasiones y apetitos; nos recuerda que, en Medellín, en 1990, la muerte estaba en todas partes, siete mil personas fueron asesinadas y la cabeza de un policía valía dos millones de pesos. El primer recuerdo que tiene de su barrio es el cuerpo de un hombre que se estremecía por las puñaladas, hasta caer al suelo. En San Pío la muerte era algo tan cotidiano que los niños jugaban en los velorios, salir a la calle o a la iglesia podía terminar en disparos y un grito de sicario “a volar hijueputas”. En una ocasión tuvo que buscar a su hermana entre los cuerpos de una masacre, cuerpos dispuestos horizontalmente por el suelo del bar que frecuentaba las quincenas. Se enteró de la toma del palacio de justicia mientras esperaba el bus para ir al colegio, trabajaba repartiendo periódicos, sabía que era el portador de las malas noticias. Cuando cumplió la mayoría de edad tres candidatos a la presidencia fueron asesinados, Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo Ossa, Carlos Pizarro Leongómez, mejor no votar, país de mierda. El artista nos recuerda que en Colombia la violencia se repite, la esperanza suele ir acompañada de espectros, de fantasmas, de cuerpos en posición horizontal, cuerpos que representan no solo a las víctimas, sino a quienes cargamos con el peso de haber sobrevivido, la herida sigue abierta, no se puede dejar de ser testigo de la muerte” Pedro Antonio Rojas Valencia.  

Cómo citar:
Pasos, J-M. (2019). Palabra Muda. Sobre «Crónicas de un Cuerpo Testigo» de John Mario Montoya. Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo. 1 (1). Disponible en: https://portalerror1913.com/2019/10/14/palabra-muda-sobre-cronicas-de-un-cuerpo-testigo/

Fecha de recibido: 1 de Octubre de 2019 | Fecha de publicación: 14 de Octubre de 2019