PIGMENTOS SALVAJES

Wild pigmentos

Natalia López Lombo

Artista plástica | Universidad de Caldas |adoratalopezlombo@gmail.com

El proyecto de investigación-creación se propone la recopilación y exploración de datos, símbolos, archivos y experiencias en torno a los pigmentos naturales, para plantear el término: pigmentos salvajes. Centrándose en los pigmentos naturales de Colombia, en tres paisajes: el bosque de niebla, la sierra nevada y el bosque húmedo tropical. Con interés procesual, simbólico, ritual, artesanal y feminista. En su primera etapa buscó compartir, explorar y aprender con la dirección de los talleres: Las Plantas y sus Colores, Taller Libro de Artista, financiados por el Banco de la República sucursal Manizales; y el taller: Fabricación de Materiales Pictóricos con Pigmentos Naturales, en Caza Retazos. Finalmente, encuentra una etapa de creación en la elaboración de un libro de artista a partir de experiencias, entrevistas y recetas. Con el objetivo de ser fuente de consulta para cualquier persona que desee hacer sus propios mate- riales pictóricos base, desde una relación sensible y recíproca con el paisaje. En la búsqueda de otras formas de generar conocimiento y restaurar o renovar una vinculación empática entre personas, plantas, paisajes y rituales. Para el Seminario Teorías estéticas contemporáneas de la Maestría en Artes de la Universidad de Caldas, se propone un archivo colaborativo como parte del proyecto, inspirado en el ritual de sanación de conceptos indígenas Maya. En su mundo físicomágico, los elementos mencionados tienen un significado y una función precisa que invitan a tejer y encontrar un símbolo personal de sanación, quita penas, con el pigmento de las plantas.

Glosario

PLANTA

Es una escultura viva. Posee una doble vida con múltiples personalidades tanto al interior de la tierra, como fuera de ella. Mantiene diálogos directos con el viento y largos estiramientos con la luz. Ellas poseen el conocimiento, la sabiduría y la magia de la vida. Tienen el poder de la comunicación, entablan diálogos infinitos a través de sus raíces con especies de otros lugares. Su potencia radica en la vida misma, se permiten brotar por cualquier rendija. Sin esperanza viven el mismo proceso de vida que los humanos: nacen, crecen, se reproducen y mueren, pero además tienen pactos con el universo para permanecer en él. Se relacionan con las plantas de las manos y de los pies de los humanos por su alta sensibilidad y muy seguramente perceptibilidad. Sus múltiples funciones y servicios, son análogos a sus increíbles poderes de magia y medicina. (Alexander Ortiz)

FÉMINISMOS

Diferentes formas de pensar y expresar el concepto de la feminidad, ser feminista sin importar genero y condición sexual. El feminismo simboliza la equidad, la diversidad y la visibilidad de un mundo donde la energía femenina sea la que predomine, entendiéndose como una energía que es proveedora de vida, cuida- dora y portadora de una voluntad bondadosa. El feminismo busca resignificar el papel de la mujer a lo largo de la historia, reconocer las labores de las mujeres con igualdad de condiciones con el género masculino, quiere reconocimiento en el cuidado de los hijos como labor fundamental para el estado significando también productividad, además de resignificar su rol en términos de soberanía corporal. (Susana Uribe)

PIGMÉNTOS

El alma de las plantas, el corazón de los suelos y la sustancia de las criaturas. Elemento, ritmo, viaje, interacción, símbolo, sistema, vibración. Moléculas que comen radiación vorazmente con complejidad considerable, mientras atraen y separan electrones. Ofrendando a la energía radiante, efectos capaces de estimular la retina del ojo provocadoramente, sensualmente para alterar las sensaciones visuales ¿Sensaciones? Si, sensaciones que se traducen en imaginarios, el color solo es la idea de un arcoíris en nuestros iris y cristales en nuestro cristal. El pigmento natural vive y muere en un presente que no puede evitar su carga simbólica elevada, alto potencial para generar respuestas en la psique, trenza de hechos, los objetos, las concepciones cosmogónicas, configuraciones religiosas, espirituales, transferencia y producción del milagro del color. Intrincado sistema de metáforas, evocaciones, interpretación unilateral y absoluta. Del cual tan solo vemos un pequeño rastro. Tratados del color, teorías, investigaciones, libros, experimentos, estudios, poemas, canciones y versos. Todos ellos son solo aproximaciones. Para contemplar la simbiosis de identidades, paisajes, costumbres, culturas y relaciones milenarias de memoria histórica y literaria, a la que llamamos pigmentos. (Natalia López)

Do it

1. Respira.

2. Mira a tu alrededor.

3. Encuentra la naturaleza.

4. Una vez en la naturaleza, ve en busca de pigmentos, colores, diversidad. Para eso podrás buscar en plantas, minerales y vegetales.

5. Comienza el proceso.

6. Experimenta, conoce, ve más allá del color y del pigmento, ve al significado, al símbolo, a su magia.

7. Pregúntate por el significado de, por la concepción de los diferentes pigmentos para diferentes personas o culturas.

8. Sigue el proceso. Comienza el tejido de conocimiento y experiencia.

9. Experimenta como alquimista.

10. Para lo anterior necesitarás un libro, para consignar todo aquello que ahora deberá permanecer. Deberá ser sentido y comunicar conocimiento.

11. Crea. Crea memoria. (Mariana Ariza)

Do it

1. Abre bien los ojos desde el interior.

2. Prepárate, la tierra refleja y transmite toda una longitud de onda cromática de experiencias para el ritual. Su poder traspasa el territorio, el alma y el cuerpo.

3. Prepara tu bitácora, tu labor de pedestre, recolectora tribal e investigadora de las estéticas de la luz y las magias silvestres, te esperan.

4. Traza en un mapa rutas y cartográficas que la intuición y el corazón del arte te indiquen.

5. Recuerda que es una mujer inmensa y expandida la que te encontrarás, quizás la madre de todos y de todo, ella es abundancia y cobijo del mundo, es ella la que te dará la licencia para la experiencia, la recopilación, el encuentro y la ritualidad.

6. Consigna el detalle, la yerba, la hoja y la raíz y, por supuesto, todos los matices que la tierra en dimensión, fruto y altura te ofrece.

7. No olvidar que los encuentros no son fortuitos, cada uno de ellos aporta al viaje, al conocimiento, a la creación y sin más, al ritual.

8. Eres nave, vehículo, enlace y contenido en este laboratorio.

9. Registra todo aquello que en tu interior se ilumine de color y toma una muestra, trázala….

10. Prepara tu propio color pigmento, formulario, llénalo de oxígeno y calor, aplícalo en ti y todo aquello que consideres puede ser soporte de valor para preservarlo.

11. Llegar es muy importante, como también será preparar el piso que soportará la bitácora, tus experiencias, tu creación y conocimiento recolectado.

11. Que el arte te guíe y se mantenga en ti siempre. (Alexander Ortiz)

Cómo citar:

Lombo, N. (2021). Pigmentos Salvajes. Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo 3(5). Disponible en: https://portal-error-1913.com/2023/03/21/pigmentos-salvajes/

Fecha de recibido: 21 de septiembre de 2021 | Fecha de publicación: 23 de octubre de 2021

Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo.

ISSN: 2711-144

VIERNES FIAC-5

MÁS ALLÁ DEL SUSTANTIVO

Andrea Ospina


DE LA TEORÍA A LA PRAXIS

Laura Sánchez


COSAS DE CASAS, LA INVESTIGACIÓN EN PRIMERA PERSONA

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PORCELANA MALDITA

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REPETIRSE HASTA EL CANSANCIO

Mateo Quintero


PIGMENTOS SALVAJES

Natalia López


INDIE ¿SIN GENTE?

Manuel Vélez


VIDA DE ARTISTA

Juan Alzate

MANIFIESTO AL PRESENTE

Manifesto to the present

Por: Natalia López Lombo

Estudiante de Artes Plásticas | Universidad de Caldas

adoratalopezlombo@gmail.com

Figura 1. Lombo, N. (2015). Sin título [Fotografía]. Manizales. Fotografía cortesía de la artista

Un artista debe mirar profundamente dentro de sí en busca de inspiración. Cuanto más profundo mire dentro de sí, más universal se vuelve. Un artista es universo. Un artista es universo. Un artista es universo.”

Marina Abramovic, Manifiesto de la vida de un artista

En ese instante, en el pueblo de Soatá en Boyacá Colombia, se mastican dátiles dulces en las calles y en casa. Helena contempla en el espejo sus rasgos fuertes, cuerpo carnoso y grueso, labios finos, ojos claros y puntuales; peina a sus hijos por orden de estatura y perfuma su cabello castaño al ritmo del sonido del taller de don Víctor: martillos, talas y herraduras. Más tarde, Doña Julia se enamora, en el mismo intervalo temporal que Doña Rosa. Doña Julia baila, teje y come chocolate, mientras sonriente mantiene sus pecas al sol; Doña Rosa pinta sus uñas con rojo pasión y prepara los mejores sancochos y tamales en la Plaza de Fusagasugá. Llega Don Carlos, el “detodero”, que dispone sus manos al oficio y a la labor, ordenando su bigote y sus canas más blancas que el óleo blanco titanio; y Don Guillermo, odontólogo, lector embravecido de inigualable olor a consultorio, menta y aguardiente. Entonces, los abuelos se casan, zurcen tejidos y enmiendan partes.

Nacen los hijos, mis padres: Gabriel, el Artesano de manos rasposas y marcadas, esencia de hongo y semillas, y Liliana la madre, calor de tierra, tez trigueña, arroz con leche y canela, cantos de dulce niña. Algún día de la nada y del todo se me pregunta ¿cuál es su relación personal con el arte? Busco si puedo responder encarnando a mis antepasadxs y sus experiencias estéticas que se heredan en lo sincrético de este cuerpo.

Puedo sentir su presencia en el gusto por la textura de las frutas,

en el tacto de los pétalos sedosos de las flores para untar el dedo de pólem,

en la necesidad de mordisquear disimuladamente trozos de madera para sentir el sabor de los árboles, en determinar y poner intuitivo detalle en lo silvestre y común,

en lo invisible,

en observar abusivamente los gestos de alguien cuando me habla,

en querer sentir los pies descalzos en el piso y las incómodas ranuras de las baldosas con musgo baboso,

en la admiración de un cadáver con algodón suave y blanco saliendo de sus ojos y nariz,

en la necesidad de tener muchas cosas chiquitas por toda la casa, en la sensación en bucle de un caballo corriendo a contra tiempo, el tiempo… tiempo… tiempo…

Mejor pienso en mi templo,

en los rituales de plantas y carne,

en cocinar y dar regalos,

en la excitación por el olor a cúrcuma, canela y metal,

en el disfrute sonoro de las cámaras análogas al obturar, de las digitales al capturar y el de las tijeras al cortar,

en la necesidad de tener siempre actividades que salvan, que distraen, que aportan o que solo se hacen por alguna extraña razón,

en mantenerme ocupada,

en oler por largo tiempo la piña, la guayaba, las hierbas frescas, mis amantes y los pinceles con trementina,

en la obsesión por tener espacio de trabajo,

en escuchar los ecos de las cosas que cambian o de lo que ya no fue,

en conversar con los objetos,

en reubicar una y otra vez, reorganizar, mover, trasladar, cambiar, acomodar,

en el alejarse y guardarse por tiempos,

en el gusto contemporáneo y básico por la escarcha y por el neón multicolor,

en el disfrute intenso con la parafina y el soplar las velas de cumpleaños,

en sentir escándalo y efervescencia por las líneas muy juntas, pero no pegadas,

en dialogar, dar vueltas, pensar que se tiene la claridad o agudeza y volver a alguna incertidumbre o al algún punto nuevo de llegada y de partida.

Para hablar de mi relación personal con el arte, tengo que explicar estos pequeños gestos como momentos de importancia que no me pertenecen solo a mí, son la materia del montaje que se pone sobre la mesa, allí se escucha el efecto recurrente de campanas de ceremonias que se traducen en símbolos.

Ahora podría decir que el arte es la oración del pasado, del presente y del futuro. Su canto es la práctica, la acción y la sincronización con lxs otrxs, con la otredad, la búsqueda obsesiva de los gustos perdidos.

Entonces la necesidad es absoluta y reclama.

El ritual es indeterminado pero presente.

Aquí parto y busco el instante de brillo en la escultura, los volúmenes que emanan distorsión, la instalación, el collage, el dibujo, el audio, la fotografía, el cuerpo…

Escarbo en las reacciones y efectos del mundo sobre mis sentidos, recuerdos y acontecimientos, y cruzo todo bajo el celo constante y repetitivo del negro…

Llámese negro al ente que relaciona desde algún estado neutro y simple, símbolo de la proximidad del espacio exterior, incrustado o gestante que se siente en mi estómago, justo en el apetito, lejano vacío, incompleto, frío, ajeno, inabarcable, exasperante, ilegible, inhabitable, impropio y detestable, pero al mismo tiempo soportable, cálido, absoluto, simple, propio, deseable y hambriento…

Entonces, pongo el mantel, las velas, los cubiertos, los pequeños platos de porcelana con hilos de pintura dorada, las copas de vidrio artesanal, los miles de corotos e invito a los comensales. El banquete lo devoramos con intuición, coincidencia, corazonada, pálpito, encuentro, tacto, modo, estado, versión, instante y la dramática ilusión de estar presente.

Cómo citar:
López, N. (2019). Manifiesto al presente. Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo (1) 1. Recuperado de: https://portalerror1913.com/2019/07/17/manifiesto-al-presente/

Fecha de recibido: 10 de Junio de 2019 | Fecha de publicación: 17 de Julio de 2019