NOS ESTÁN MATANDO: DISPUTAS ESTÉTICAS SOBRE LOS MUROS DE LA CIUDAD

They are killing us: aesthetic disputes over city walls

Por: Julian David Malagón Corrales

Magíster en Estética y Creación | Universidad Tecnológica de Pererira | julian.malagonc@gmail.com

Fotografía 1. Sierra, Juan. (2020). Primera pintada del mural «Nos están matando». Pereira, Colombia.

A lo largo de muchos años, en nuestro país, la violencia ha hecho metástasis, arraigándose en el Estado, en las instituciones y en la sociedad. Sin embargo, las comunidades y los ciudadanos sensibles a esta situación rechazan el legado violento y demandan el cese del desprecio a la diversidad, los asesinatos de líderes sociales y la violencia policial. Como respuesta al descontento generado por estas situaciones, a finales de 2020 en la ciudad de Medellín, un grupo de artistas pintó un mural con la frase «Nos están matando». Esta intervención tuvo un gran impacto, ya que refleja una realidad que muchas personas han sufrido pero que no se afronta como sociedad. Siguiendo esta práctica, en la ciudad de Pereira, un grupo de jóvenes acordó encontrarse el sábado 19 de septiembre de 2020 para realizar un mural con la misma frase en los muros de contención del cerro junto al Centro Comercial La 14.

Este muro de contención solía ser intervenido con grafiti de forma regular pero, debido al alto tráfico, las pinturas que se realizan tienden a opacarse y desaparecer [1]. Temprano en la mañana se reunieron jóvenes que querían apoyar la elaboración del mural, llevaron brochas y pintura. Los vecinos aportaron la hidratación para alrededor de 20 personas que se juntaron a pintar en la calle, alzando una voz de denuncia por la violencia que azota sin tregua a nuestro territorio.

La mañana transcurría en aparente calma mientras algunos dibujaban las quince letras en el muro, que abarcaba una extensión de 120 metros de largo por 2,50 metros de alto, otros se encargaban de rellenar las letras con color blanco. Después de un par de horas, las letras estaban listas para recibir los últimos toques y la frase «Nos están matando» se podía leer claramente a gran escala. En ese momento llegó la primera patrulla motorizada de la Policía Nacional y los oficiales de policía exigen que se suspenda la pintada; posteriormente empiezan a llegar más unidades de policía, al medio día eran 7 vehículos de policía buscando impartir comparendos a quienes estaban en la actividad, los jóvenes ante la presión acordaron retirarse del lugar.

Fotografía 2. Sierra, Juan. (2020). Caravana de policías reprimen la acción colectiva sobre el mural. Pereira, Colombia.

Después de que la Policía Nacional intimidara a las personas que estaban pintando, impidiéndoles terminar el mural, surgió un sentimiento de resistencia e indignación tan profundo que los artistas se organizaron y regresaron a finalizar el mural, alrededor de las 4:30 p.m. del mismo día. Mientras los jóvenes llevaban a cabo los últimos detalles una patrulla motorizada llegó al lugar e intentó arrestar a los pintores, quienes lograron evadirlos y continuar con su tarea. Quince minutos más tarde llegó otra patrulla junto con dos camionetas que transportaban dos escuadrones de G.O.E.S (Grupo de Operaciones Especiales de Seguridad). Los jóvenes emprendieron la huida y fueron perseguidos por las patrullas motorizadas, mientras un helicóptero de la policía los asistía desde el aire. Seis jóvenes fueron capturados, amenazados y llevados al cuartel de la policía, donde se les aplicarían comparendos por pintar, los demás jóvenes lograron escapar.

El domingo 20 de octubre, a pesar de las capturas y las persecuciones tanto por tierra como por aire, el mensaje permanecía en su lugar, hasta que un par de obreros llegaron y borraron el enorme letrero con pintura blanca. Los muros de la ciudad se convierten en testigos de los sentimientos más silenciados. En el ámbito público, el poderoso grafiti revela la cruda realidad de la sociedad, pero se encuentra con la molestia de aquellos que se oponen o están en desacuerdo con estas manifestaciones pacíficas que denuncian y desafían el statu quo de la comunidad.

Fotografía 3. Peña, Nicolás. (2020). Momento exacto cuando la alcaldía borra el mural. Pereira, Colombia.

Y así, lo que inicialmente parecía ser una jornada colectiva de muralismo en un lugar olvidado, se transformó en un campo de disputa estética, convirtiéndose en un territorio altamente sensible que generó diversas reacciones en la ciudadanía desde diferentes puntos de vista. Algunos optaron por ignorar estas verdades plasmadas en los muros de la ciudad, mientras que otros decidieron denunciarlas y darles voz. El lunes 21 de octubre estaba programada una marcha pacífica convocada por varios gremios y sectores de la población. Esta manifestación llegó al lugar donde se habían producido los acontecimientos el fin de semana anterior y se detuvo allí durante aproximadamente 30 minutos, tiempo suficiente para que los jóvenes se unieran y volvieran a pintar el letrero.

Fotografía 4. (2020). El mural «Nos están Matando» se pinta por segunda vez en medio de una marcha. Pereira, Colombia.

El mural «Nos están matando» continuaba en pie, denunciando la compleja situación del país y la región. El mensaje se difundió ampliamente a través de las redes sociales, generando diferentes posturas a favor y en contra. Las autoridades de la ciudad de Pereira expresaron su desacuerdo con el mural, argumentaron que este tipo de manifestaciones incitaban a la violencia. Sin embargo, en ningún momento se reconocía la violencia ejercida por la fuerza pública contra jóvenes que solo llevaban brochas y rodillos. El miércoles 23 de octubre, los mismos individuos que habían tapado el mural anterior ya estaban censurando nuevamente la denuncia que latía en aquel muro.

Fotografía 5. Peña, Nicolás. (2020). Segunda pintada del mural «Nos Están Matando». Pereira, Colombia.

En menos de cuatro días, un espacio se convirtió en un escenario de disputa estética, la comunidad intervino el lugar en 5 ocasiones, en una lucha por dominar el terreno simbólico de una de las superficies más sensibles de la ciudad. Esta acción estética de denuncia pacífica nos permite apreciar cómo la calle se convierte en escenario que posibilita el encuentro afectivo de las personas y un medio para narrar los contextos sociales que se viven en ella. Este enorme letrero logró movilizar el capital estético de la ciudad y abrir un espacio para el debate sobre la violencia y la represión. En poco tiempo, en diferentes ciudades del país surgieron tomas colectivas para pintar letreros gigantes y denunciar la terrible ola de violencia social que se abría paso en la sociedad.

Notas

[1] Lamentablemente, en este mismo lugar, en el año 2016, un joven de 18 años perdió la vida mientras realizaba un grafiti en la parte superior del muro, al entrar en contacto con el cableado eléctrico.

Cómo citar:

Malagón, J. (2022). Nos están matando: disputas estéticas sobre los muros de la ciudad. Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo 4 (6). Disponible en: https://portal-error-1913.com/2023/06/29/nos-estan-matando/

Fecha de recibido: 23 de febrero de 2023 | Fecha de publicación: 29 de junio de 2023

Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo.

ISSN: 2711-144