OBJETOS, MEMORIAS Y AUSENCIAS. ENTREVISTA A VALENTINA GRISALES.

Objects, memories, and absences. Interview with Valentina Grisales.

Por: Valentina Suarez Mosquera

Estudiante de Artes Plásticas | Universidad de Caldas | valentina.suarez48801@ucaldas.edu.co

Figura 1. Grisales V. (2022). Hybris. [Acrílico, crayones y lápices de colores sobre tela] 80x52cm. Fotografía cortesía del artista.

Valentina Grisales es artista plástica de la ciudad de Manizales. Sus obras transitan por palabras escritas, metáforas visuales y símbolos cotidianos mientras buscan explorar la relación poética del individuo con los objetos, la memoria y la tierra. En esta entrevista comparte el origen de su exposición Objetos en desaparición [1], así como los rituales y colores que atraviesan su vida y su arte.

Valentina Suárez: ¿Cómo fue tu primer acercamiento al arte?

Valentina Grisales: Hay un término que me parece fundamental y, cuando lo conocí, resolvió todas las dudas de mi existencia: estado de flujo. Es ese estado en el que te conectas tan profundamente con algo que pierdes la noción del tiempo; estás completamente presente en lo que haces. Puedo dibujar y no darme cuenta de que han pasado horas, ni sentir cansancio. Es esa emoción en el pecho, esa sensación de no querer parar, de estar completamente absorbido en lo que estás haciendo.

Recuerdo que cuando era niña siempre estaba buscando qué hacer con las manos. Estaba en clases de plastilina, de pintura, de arcilla, todo el tiempo estaba ocupada con las manos y el tiempo se me pasaba volando. Esa era mi forma de estar en flujo.

En el colegio, cuando estaba decidiendo qué estudiar, empecé a dibujar en las tardes. Recuerdo que un día ni comí y, al mirar el reloj, me di cuenta de que ya era de madrugada. Sentí que el tiempo había desaparecido pero no estaba cansada. Ahí fue cuando supe que quería dedicarme a eso. Aunque no entendía bien lo que implicaba ser artista, supe que quería vivir esa experiencia de creación. Ahora entiendo que no sólo se trata de pintar, sino de explorar, de hacer preguntas y traducir los pensamientos a imágenes o palabras. A veces es difícil, pero ser artista se siente muy bien y me da mucha vida.

Valentina Suárez: En tu exposición Objetos en desaparición, transitas la pérdida, la ausencia, el duelo a raíz de la partida de tu abuelo ¿Cómo fue que decidiste abordar esta experiencia en tus obras? ¿Cómo nació Objetos en desaparición?

Valentina Grisales: Yo estaba trabajando en mi tesis sobre la memoria del objeto; siempre me he interesado por cómo los objetos conservan la memoria a través de la repetición, especialmente porque soy bastante olvidadiza. En medio de ese proceso recibí una llamada de mi papá informándome que mi abuelo estaba muy enfermo. En ese momento sentí un impulso por comenzar a crear, supongo que como forma de enfrentar lo que estaba viviendo. 

Mi abuelo fue llevado a urgencias pero tras unos días lo enviaron a casa. En ese punto mis obras se convirtieron en un «ruego» para que mi abuelo no se fuera; pinté y escribí muchas palabras, expresando ese deseo desesperado de retenerlo. Todo esto puede verse en las obras, que tienen mucha gestualidad, corporalidad y palabras escritas. 

Usé la silla como un objeto recurrente porque, para mí, esta representaba a mi abuelo. Él tenía una relación obsesiva con las sillas Rimax; eran muy comunes en su casa y él pasaba mucho tiempo con ellas. La silla se convirtió en un símbolo de su presencia y a través de ella traté de contener su esencia mientras se acercaba su pérdida. Las obras no indican directamente que mi abuelo se fue pero sí reflejan mi aceptación de su partida a través del cambio en los colores, los gestos y las palabras.

Fue un proceso largo pero me permitió madurar la comprensión de la muerte. Finalmente, cuando logré asimilar toda la situación, comprendí también lo que es la memoria y el olvido, lo que representa la ausencia. Así que, aunque fue un proceso difícil, fue un entendimiento profundo y valioso.

Figura 2. Grisales V. (2022). Las cosas que desconocemos. [Óleo, crayones y lápices de colores sobre papel] 72,7 x 52,7 cm. Fotografía cortesía del artista.

Valentina Suárez: ¿Cuál es tu relación con los objetos que representas en tu obra? ¿Cómo te relacionas con ellos en tu cotidianidad?

Valentina Grisales: Los objetos son muy importantes para mí. Siempre me he considerado una persona cositera: me fascinan las «cositas». Ahora estoy muy interesada en las plumas pero en otro momento tuve una obsesión por las sillas. Mi relación con los objetos cambia según la etapa o la fijación que tenga en ese momento; a través de esa fijación empiezo a establecer diálogos con ellos y esto influye en mis obras. Para mí, los objetos son fundamentales en mi proceso creativo, no me imagino mi vida sin ellos.  

Valentina Suárez: Dentro de las obras que conforman Objetos en desaparición se pueden ver palabras escritas como “esperanza”, “casa”, “conjunto” o “vacío” ¿Qué valor le das a la palabra escrita dentro de la obra de arte?

Valentina Grisales: Al principio fue difícil para mí integrar palabras en las obras. Me había acostumbrado a pensar que el lenguaje escrito y la imagen no debían mezclarse. Sin embargo, en ese momento sentí que necesitaba poner palabras, no para explicar, sino como pistas. Las palabras, para mí, son tan importantes como los objetos. Fue un riesgo incorporarlas pero resultó ser muy significativo porque Objetos en desaparición no es sólo una serie visual, sino también un poema. Toda mi tesis, de hecho, es un poemario.

Las palabras se volvieron pistas para entender mejor lo que estaba experimentando y sintiendo en ese momento. Algunas palabras, como «vacío», «cuerpo» o «ausencia», ayudan a leer la metáfora que estoy creando visualmente junto a los colores y elementos en la imagen.

Recuerdo una obra en particular, llamada Las cosas que desconocemos, en la que incluí la pregunta: «¿Qué es?». Esta interrogante surgió porque, justo en ese momento, mi papá me había dicho que no sabían qué le pasaba a mi abuelo. Pensé: «Mi abuelo se va a morir de no sabemos qué». Las palabras, entonces, juegan un papel crucial.

Figura 3. Grisales V. (2022). El Bazar. [Acrílico, crayones y lápices de colores sobre tela] 50×38 cm. Fotografía cortesía del artista.

Valentina Suárez: Me parece muy lindo eso de no separar la imagen y la palabra dentro de tu obra.

Valentina Grisales: Cualquier imagen puede ser poética dependiendo de la percepción del espectador; las palabras, por su parte, también pueden ser poéticas o no y el reto surge cuando decides combinar las dos ya que pueden entrar en conflicto y competir por la atención, lo que impide que la obra se desarrolle de forma fluida. No me gusta que las palabras dicten cómo se debe leer la obra, como si estuviera diciendo: «Esto es una silla, pero debes verla de esta manera», no es ese el propósito del lenguaje poético. Lo que busco es que tanto la imagen como el lenguaje formen un conjunto, una especie de «masa» que se lea y se observe de manera conjunta sin que uno compita con el otro.

Valentina Suárez: ¿Cómo llegaste a los colores de tu obra o cómo llegaron ellos a ti? Porque son colores apastelados que convencionalmente no relacionamos con emociones como el duelo, la pérdida.

Valentina Grisales: Siempre he dicho que el color hace lo que quiere. Es como un ente misterioso que viene del universo del conocimiento. Aunque puedes conocer toda la técnica, a veces los colores simplemente no funcionan y no sabes por qué. En Objetos en desaparición, el color fue fundamental para expresar lo que quería. Como mencionas, no es común usar tonos pastel para tratar temas como el duelo o la muerte, que suelen asociarse con tonalidades más oscuras como el negro o el gris. Sin embargo, mi obra es diferente: sólo hay una obra con azul oscuro, el resto está lleno de colores pastel.

Al principio no entendía por qué elegí esa paleta pero con el tiempo comprendí que la disonancia entre el color suave y la muerte era muy poética; dos cosas contrarias que, al unirse, funcionan de manera inesperada. Muchas personas me decían que la obra parecía alegre y juguetona pero al mismo tiempo hablaba de temas complejos y tristes. Y sí, la obra es triste, pero esa tensión entre lo que se muestra y lo que se siente es lo que la hace tan especial. 

Es como un poema. En la poesía a veces se habla de la muerte sin mencionarla explícitamente, usando metáforas tiernas o naturales. Por ejemplo, hay un poema de Cortázar que habla de la muerte a través de gotas de agua cayendo, una de las cuales «se va a suicidar». Esa metáfora es preciosa a pesar de tratar temas difíciles. Lo mismo ocurrió con el color en mi obra: me permitió hablar de algo que me resultaba horroroso de una manera más sutil, evitando expresar el dolor de forma cruda. Las metáforas, los símbolos y las imágenes que usamos para hablar de temas complejos, como la muerte, abren el lenguaje y hacen posible la conversación.

Valentina Suárez: Si las pinturas de Objetos en desaparición se pudieran saborear, ¿qué sabor tendrían? 

Valentina Grisales: ¡Ay! Esa pregunta está difícil… Yo creo que sabrían a agua de mar, pero no todas.

Valentina Suárez: Noto que eres muy contemplativa, ¿qué otros hábitos tienes que nutran tu creación artística?

Valentina Grisales: Yo soy una persona de muchos hábitos, siento que el ritual es parte fundamental de mi vida y también de mi obra. Normalmente me levanto temprano, me hago un té y me siento a conversar con la huerta que tengo en mi balcón; es algo sagrado para mí, es como calmar la mente, observar y pensar qué me pueden enseñar las plantas. Me gusta mucho porque no sólo soy yo con ellas, sino que mi gato siempre se me sube encima, entonces es un grupo completo de aprendizaje. Una anécdota hermosa: me di cuenta de que mi gato empezaba a escarbar la tierra de algunas plantas, no de todas. Con el tiempo entendí que él me estaba avisando cuáles eran las plantas secas que necesitaban agua, porque las plantas con tierra húmeda ni las tocaba. 

Otro hábito que tengo es escribir, aunque la mayoría de veces ni siquiera comparto lo que escribo. Los mapas que hago, por ejemplo, no los tomo como escritura, sino más como imágenes que deben ser leídas de una forma particular. Me encanta jugar con palabras.

Lo otro que hago mucho es salir a caminar, especialmente al bosque y a la montaña. Me encanta perderme en el matorral o mirar a lo lejos.

Valentina Suárez: Me parece que la Valentina artista y la Valentina del día a día están completamente unidas: tu vida es un diálogo constante con tu arte que te permite transitar, conocerte y enseñarte. 

Valentina Grisales: Yo nunca he sido capaz de crear desligada de mi experiencia. Para mí, ser artista es una experiencia humana. No puedo separar mi ser de lo que hago; si lo hiciera, creo que saldría algo frío, inerte. Me gusta hablar de lo que vivo porque me parece que todas las experiencias son válidas, de todo se puede aprender. Si alguien se siente identificado con lo que hago será aún mejor porque se crea un diálogo entre la obra y el espectador y eso es lo hermoso del arte.

Una vez, en la versión de Objetos en desaparición que se hizo en Medellín, una coleccionista se me acercó después de mirar todas las obras y me dijo: “Estoy viviendo un duelo, me llegó muchísimo tu obra porque acabo de terminar con mi pareja de toda la vida. Es un duelo distinto, pero es un duelo”. Me conmovió mucho porque ese es el objetivo del arte: conectar las vidas de las personas y construir algo juntos. El arte nunca es solo del artista, siempre es colectivo, es un entretejido de experiencias humanas.

Valentina Suárez: ¿En qué estás trabajando ahora?

Valentina Grisales: Siempre me he definido como una artista curiosa y exploradora. A veces caigo en la trampa de preguntarme: «Antes la silla estaba muy presente en mi obra, ¿y ahora qué pasó con ella?», porque ahora me estoy despegando más de los objetos como tal y me estoy abriendo a nuevas posibilidades; me pongo límites pero luego me gusta expandirme más allá.

Este año ha sido un proceso de mucha exploración. Comencé trabajando temas del corazón a partir de una ruptura amorosa que viví. Fue una experiencia hermosa porque, a pesar de que me rompieron el corazón, eso me llevó a entender el amor desde otra perspectiva: aprendí a amar a través de la tierra. Así que ahora estoy trabajando con saberes de la tierra y la pedagogía que esta enseña, todo desde la perspectiva de la ruptura amorosa.

También estoy trabajando otros proyectos que involucran libretas y pinturas que están en proceso y mutando todo el tiempo; estás últimas  están pensadas para una exposición. Y te cuento que estoy haciendo un libro de mapas que hablan sobre el amor y la tierra. 

Notas

[1] El proyecto Objetos en desaparición se presentó el 20 de julio de 2022, en la Sala de exposiciones del Centro Cultural Universitario Rogelio Salmona, de la Universidad de Caldas, Manizales-Colombia. Aquí el texto del asesor del proyecto Pedro Rojas: «Objetos en desaparición es el testimonio de una producción obsesiva, realizada por el fuego de un corazón infatigable, desbordado de pulsiones creadoras, que se juega la vida en perseguir signos indescifrables. La artista se debe a la pintura, una pintura ingrávida que no se puede encasillar en las categorías del resentimiento artístico (despojada de la pesadez de la abstracción y de la solemnidad de la representación). Con un poco de acrílico, crayones, lápices de colores, liencillo, papel y afecto, nos permite mirar con inocencia la incertidumbre, los azares de la vida y de la muerte. Un objeto atraviesa a la artista hasta eso que algunos denominan inconsciente y otros llamamos las entrañas. En una silla se encuentra la calidez del caos, las singularidades, aquello que la hace irrepetible. Las sillas están pobladas de memorias, juegos infantiles y momentos de descanso, pero también contienen las ausencias y nuestras preguntas por la desaparición. Se requiere cierta delicadeza para ver las diferencias entre esas líneas, puntos, flores y cicatrices, así como una cierta sensibilidad por el color para recorrer las sombras melancólicas y las irradiaciones lumínicas de la pintura, las formas en que se convierte en una carta, escrita con los azules y amarillos de las despedidas de los amantes de Chagall y los campos de trigo de Van Gogh. De allí que esos objetos familiares sean presencias místicas: vuelan con destellos, como estrellas fugaces, hay unas sillas enfermas, otras que se ahogan, otras que existen con profunda indiferencia, otras silenciadas por la asfixia y el hastío. Se trata de una despedida, una de esas despedidas imposibles. Sin embargo, a pesar de todo, Objetos en desaparición es una exposición serena, no hace de la tristeza un espectáculo, tiene la sutileza de quien ha llorado todo, de quien ha llorado lágrimas a torrentes de lluvia, y que es capaz de transfigurar la melancolía en piezas entrañables, en poesía cálida, en pintura ingrávida» (2022).

Cómo citar:

Suarez, V. (2025). Objetos, memorias y ausencias. Entrevista a Valentina Grisales. Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo 5 (9). Disponible en:https://portal-error-1913.com/2025/08/31/objetos-memorias-y-ausencias-entrevista-a-valentina-grisales/

Fecha de recibido: 11 de julio de 2025 | Fecha de publicación: 31 de agosto de 2025

Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo.

ISSN: 2711-144

Deja un comentario