Samay: on the work of Eliana Muchachasoy
Por: Sofía Gañán Betancur
Ēbēra Wērā (Territorio ancestral San Lorenzo, Colombia)
Estudiante de artes plásticas | Universidad de Caldas | sofia.ganan10143@ucaldas.edu.co

Figura 1. Muchachasoy, Eliana. (2023). Samay: Un soplo de vida [Acrílico sobre lienzo]. Sibundoy, Putumayo: Galería de arte Benach.
Hoy quiero saludarles expresando mi gratitud y, sobre todo, mi reverencia a la vida, al cosmos y a la madre creadora, dadora de vida y luz. Una, dos y tres veces gracias a la puntada que me ha traído al presente de este tejido. Quiero empezar, como lo hago siempre, pidiendo permiso a este espacio-tiempo y a cada una y uno de ustedes. Les escribo desde las abuelas, las parteras, las madres, las tejedoras, las naciones que habitan en mí; desde la inquietud constante que corre por mi sangre y palpita en mis manos, ofrendando cada palabra a quienes fueron, son y serán.
En el majestuoso Valle de Sibundoy, donde la tierra respira en un susurro ancestral, surge la obra Samay Un Soplo de Aliento, una creación de Eliana María Muchachasoy Chindoy. Su arte no es solo pigmento sobre lienzo: es un grito de resistencia, un clamor por la defensa de un territorio sagrado, un homenaje a la vida que florece en cada rincón de esta tierra que habla en colores y formas. Ella, como mujer indígena, porta una herencia rica y compleja, convirtiendo su paleta en un vehículo de reivindicación y amor por su pueblo.
La palabra Samay, que en quechua significa “aliento”, se transforma en un símbolo de lucha y esperanza, en un mundo donde los territorios ancestrales son amenazados. Al contemplar la pintura se percibe una danza entro lo humano, lo natural y lo espiritual. Cada trazo es un acto de resistencia, cada color es un grito de vida que se opone a la desarmonía y al olvido.
Técnicamente, es una obra que demuestra maestría en el uso de texturas, trazos y la manipulación de la luz. La luz que emana desde el interior de la pintura acaricia suavemente los elementos plasmados, cada uno es portador de una carga simbólica milenaria. En este juego de luces y trazos, en esta danza de texturas, Eliana nos transporta a un espacio donde la naturaleza y la espiritualidad se entrelazan, invitándonos a sentir la brisa fresca y a respirar el aire que bajo la guía de la mamita que ella plasma. En el lienzo, una mujer sanadora, con el pincel, una mujer transformadora y en este escrito, una mujer tejedora.
En una sociedad donde las voces femeninas suelen ser silenciadas, la maestra se erige como un faro de luz, un soplo de aliento que desafía las narrativas dominantes. Su arte es un recordatorio poderoso de que las mujeres indígenas son guardianas de la memoria y de la sabiduría, portadoras de una visión del mundo que honra el vínculo de todos los seres. Quiero compartirles que siento una gran admiración por ello, escribo de Eliana y de Samay con la firme convicción de mantener vivo el legado ancestral desde mi lugar como mujer, como indígena y como tejedora. La respeto profundamente, le agradezco porque, a través de su rol nos invita a no olvidar y, sobre todo, a mantener viva la esencia.
Pensando en ella, en mí y en todas las mujeres que me precedieron y a quien debo mi existencia quiero ofrendar:
Mujer indígena, fuerza natural y faro en la oscuridad.
Su arte, un puente hacia el pasado, un refugio en el presente y un camino hacia el futuro.
Defender el territorio no es solo un acto político, es un acto de vida, es la sangre que corre por sus venas, es la memoria que se niega a morir.
En un mundo que busca despojar, ella se viste de valentía, con la fuerza de la montaña, con el espíritu del agua.
Su arte es un grito de guerra, una danza de resistencia.
En el lienzo cuenta las historias de sus antepasados, en cada palabra un legado, en cada color, una batalla.
Ella pinta su verdad, una verdad que trasciende, que desafía al tiempo y al miedo, que se niega a ser silenciada porque en su pecho late la tierra, en su voz, el canto de los pueblos.
Y en un abrazo sagrado, que desafía las sombras, ilumina el camino hacia un mañana en el que la tierra y sus hijos se encuentren en paz.
La fuerza emocional de esta obra trasciende lo visual; la ambigüedad de las formas se convierte en un reflejo de la fluidez de la existencia. El legado ancestral se teje en cada trazo, recordándonos que hay que volver al origen, abrigar la palabra, el pensamiento y la acción.
Samay Un Soplo de Aliento, no es simplemente una representación de un paisaje físico del Valle de Sibundoy: es un viaje hacia el alma de un territorio y de su gente. A través del arte de Eliana María Muchachasoy Chindoy, se nos recuerda que, en la vasta red de la existencia, todos estamos conectados. Su obra se manifiesta como un tributo a las raíces, a la conexión con la tierra y a la sabiduría de los pueblos indígenas, una celebración del aliento compartido que nos invita a reconocer nuestra propia esencia dentro del soplo de la vida.
La semilla que Eliana siembra con Samay es un acto que resiste y trasciende las barreras de Occidente. Hoy, quienes contemplamos esa semilla, la regamos y la apreciamos, preparando la tierra con la convicción de que más semillas se sembraran. Arâkirumâ (gracias) Sõ Biia (Corazón bueno) por la fuerza, los colores, la luz, la sombra, las estrellas, la mamita, el linaje, las plantas, la pinta, lo dulce y lo amargo, por la vida, la voz, la juntanza, la conexión, la transformación, la vitalidad, la sangre, la lucha, la fragilidad, la memoria y sobre todo arâkirumâ por pintar.
A todas y a todos quienes se dedican a este camino quiero expresarles mi gratitud. Hay que seguir tejiendo la memoria con nuestros actos, con nuestra arte, con la fuerza que cada una y uno lleva adentro. Hay que seguir pintando, haciendo, luchando y transformando, sembremos nuestra semilla.
Cómo citar:
Gañán, S. (2025). Samay: El aliento en la obra de Eliana Muchachasoy. Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo 6 (10). Disponible en: https://portal-error-1913.com/2025/07/21/un-soplo-de-aliento/
Fecha de recibido: 3 de Julio de 2025 | Fecha de publicación: 21 de Julio de 2025
Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo.
ISSN: 2711-144
