Between skins: art and nature
Por: Nataly Rodríguez Cardona
Artista plástica | Universidad de Caldas | naroca.nrc@gmail.com

Figura 1. Rojas, C. (2009). Piel: Un contacto con la textura del mundo que se habita. Corregimiento Santa Elena de Medellín. Imagen cortesía de la artista.
Desde la antigüedad, el arte se ha preguntado por la naturaleza, variando su significado en cada época. Esto ha marcado gran parte de las prácticas artísticas y teóricas a lo largo de la historia. Al mismo tiempo, la humanidad ha abusado del medio ambiente natural, explotando sus recursos para el enriquecimiento individual. Sin embargo, al tomar conciencia de la crisis ambiental, surgen intentos por entablar una relación más estrecha y un diálogo más respetuoso, íntimo y sincero, con la naturaleza. Muchos artistas más que crear representaciones, se han propuesto interactuar con la naturaleza, con el objetivo de exaltar la belleza del medio ambiente o, por lo menos, hacerla visible.
La historia de esta relación ha tenido muchos matices que van desde imitar a la naturaleza en pinturas, como en la antigua Grecia, hasta alabar su carácter sublime, como en el Romanticismo, pasando por el énfasis que le daban a la luz y al tiempo los impresionistas; pero es durante los años setenta del siglo pasado cuando la naturaleza deja de ser una mera temática y se transforma en una pregunta problema por resolver, un objeto de investigación teórica y práctica, un campo de acción (Rojas, 2009). Así, las obras creadas a partir de aquella época dialogan con la naturaleza de manera íntima y profunda por medio de intervenciones efímeras o reestructuraciones del espacio donde los elementos naturales son los materiales para la obra o incluso, en ocasiones, son la obra misma; piedras, arena, madera, hojas, cortezas de los árboles, ríos y mares, el cielo y la tierra, se prestan para generar obras permeadas por el tiempo, que se transforman por la luz y la sombra: obras cambiantes.
Entre las expresiones artísticas surgidas en la segunda mitad del siglo pasado se encuentran el land-art y el arte ecológico. A pesar de tener cada uno sus propias características, su objetivo común es resaltar la naturaleza; su énfasis no recae por tanto en el objeto artístico que resulta de la acción, sino en el proceso del hacer, así como en las relaciones que se tejen entre la obra y el sujeto que lo experimenta: invitan al público a entablar una relación más estrecha con el entorno natural.

Figura 2. Rojas, C. (Figura 1. Rojas, C. (2009). Piel: Un contacto con la textura del mundo que se habita. Corregimiento Santa Elena de Medellín. Imagen cortesía de la artista.
Todo esto se puede ver en el proyecto Piel: un contacto con la textura del mundo que se habita de Carolina Rojas Valencia. La artista colombiana interviene un bosque afectado por la tala y la excavación. La intervención propone, desde lo sensible, un contacto del humano con la naturaleza que lleve a la reconciliación y a la creación de afectos y lazos en los que se piense a sí mismo como parte de la naturaleza. El objetivo de estas expresiones es provocar una reflexión a través de la manipulación del material y la observación de sus cualidades específicas, creando consciencia sobre el daño que causamos al planeta; además de llamar la atención acerca de los peligros que acechan a la naturaleza, promover su conservación y potenciar la comunicación en su defensa.
Muchas de estas obras no solo han generado en el espectador un cambio de consciencia o, como mínimo, llevar a que se cuestionen frente al tema, sino que han ido un poco más allá y han generado un impacto a nivel nacional e, incluso, internacional. Por ejemplo, una obra del Grupo Urbe de Medellín, conformado por los artistas Gloria Posada y Carlos Uribe, tuvo tal impacto que consiguió que el sector privado apoyase su continuidad. La pieza consistía en un emplazamiento sobre el río Medellín de nueve cajas de luz, de 4,50 metros de ancho por 1,50 metros de largo, a manera de canoas iluminadas desde adentro, que permitían ver sobre la superficie del cuerpo acuoso los fotomontajes obtenidos de regiones cercanas al río; con ello pretendían generar reflexiones sobre el entorno en el que viven sumergidos los humanos, los procesos de descontaminación y la necesidad de apertura de ríos y quebradas cubiertas por avenidas en las principales ciudades del país, como una memoria de las quebradas y a su vez una muestra del futuro de las mismas (Sánchez, 2016).
El arte ha permitido que nos comencemos a preguntar ¿Acaso no es nuestra responsabilidad cuidar lo que se nos dio, o prestó, para nuestro paso por la tierra? El humano no es ajeno a la naturaleza ni viceversa: es una relación, un vínculo, es parte de ella ¿No sería justo devolver el favor de todos los recursos que hemos recibido por parte de la naturaleza y tratar desde nuestras acciones, por mínimas que parezcan, generar un cambio?
Referencias
Rojas, C. (2009). Piel: Un contacto con la textura del mundo que se habita. Medellín: Universidad Nacional de Colombia.
Arte con aire ecológico. (17 de septiembre de 2000). Semana. https://www.semana.com/con-aire-ecologico/43344-3/
Sánchez, J. (15 de julio de 2016). Poemas de la colombiana gloria posada. Presentación y glosas de Jaime García Mafla. https://www.crearensalamanca.com/poemas-de-la-colombiana-gloria-posada-presentacion-y-glosas-de-jaime-garcia-maffla/
Cómo citar:
Cardona , N. (2024). Entre las pieles. Arte y naturaleza. Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo 4 (6). Disponible en: https://portal-error-1913.com/2024/09/30/entre-las-pieles-arte-y-naturaleza/
Fecha de recibido: 14 de abril de 2023 | Fecha de publicación: 30 de septiembre de 2024
Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo.
ISSN: 2711-144
