EL PADRE DEL JUGADOR ENSEÑANDO A SU HIJO A MATAR

Player’s father teaching his son to kill

Por: Sebastián Andrés Marín Castaño

Estudiante Maestría en Artes | Universidad de Caldas | sebastian.marin33143@ucaldas.edu.co

Figura 1. Marín, Sebastián. (2022). Estudio de obra. [Fotografía]. Armenia: cortesía del artista.

“Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana de su inquieto sueño,

se encontró en la cama, convertido en un insecto gigante”.

Franz Kafka, La metamorfosis

Hace unos días me preguntaba en qué momento había surgido esa idea de ubicar el televisor frente al comedor, llegué a la conclusión de que los medios de comunicación, especialmente el televisor, habían sido tan inteligentes en transmitir en ese preciso momento donde quizá todo un país tenía ocupado el único medio natural para gritar y protestar… la boca. En la mañana al momento del desayuno, al mediodía en el almuerzo y en la noche la comida, en estas tres franjas se repite la información del noticiero, es la forma cercana que por décadas han informado a gran parte de la población que no vive en carne propia el conflicto armado de su tierra. Es sesgada la imagen y opinión, la influencia política, posturas políticas de izquierda o derecha. [1]

En mi casa es igual, el televisor está frente al comedor, también es un elemento impuesto por parte de mi padre. Mi papá es retirado de la policía y siempre ha marcado esa imagen fuerte en cuanto a la familia, él se sienta en la esquina principal de la mesa, configurando el espacio como una zona de poder. Al momento de almorzar, la configuración del espacio gira en torno al comedor y al televisor, mi papá exige un silencio que solo puede romper él para dar su opinión al respecto.

En una de esas tardes, soy yo quien rompe el silencio y le pregunto si en algún momento de su trabajo había llegado a matar a alguien, el me responde:

-En los operativos se disparaba mucho.

-Me imagino que en algún momento, alguna bala le tuvo que haber llegado a alguien.

Mi madre fue la voz de la ausencia de mi padre, ella era quien narraba lo que él era, las veces que no llegaba a casa. En alguna ocasión nos contó que recibió muy tarde en la noche una llamada de los compañeros de mi papá, le explican que el sargento iba a llegar muy nervioso, que prepare mucha comida. Esa noche temblando, sudando y muy callado llegó a casa. Años después nos dimos cuenta que esa noche en un operativo la camioneta panel que iba manejando junto a sus otros compañero se estrelló contra un vehículo que iban persiguiendo, una varilla entra por el parabrisas de la panel y se introduce en uno de los cuellos de los compañeros, mi papá es quien ve como mueren uno de ellos y esta era la razón por la que llegó en ese estado esa noche.

Tuvo que pasar el tiempo para que mi papá compartiera su vida. Recuerda el Quindío a finales de los 90 y principios de los 2000 como una zona caliente de narcotráfico y delincuencia, le volví preguntar si él en algún momento había matado a alguien, me vuelve a responder con la misma afirmación.

-Me imagino que en algún momento, alguna bala le tuvo que haber llegado a alguien.

Estas narrativas que surgen en mi familia, un pequeño fragmento de sociedad, las pongo en discusión con el afuera, qué sucede con los otros cuerpos que les llega su bala, la forma en que se dispara esa bala a partir de la palabra, el grito, la fuerza, la arma de fuego o la arma blanca. Para el 2021, año de uno de los estallidos más grandes del país, observé como los pelados de mi edad de diferentes ciudades, mis compañeros, iban apareciendo muertos, heridos o en el comando de la policía, por otra parte también veía a los compañeros de mi papá golpeados y violentados. Aun así, detrás de esa ropa, los tapabocas humedecidos y los uniformes, somos la misma clase de peones que nos mandan a la guerra, a estar en esa primera línea, desde las alturas nos observan y festejan como nos matamos, como si fuera un campo de batalla, nosotras y nosotros unos gallos de pelea.

Hay una época en el año en donde hay muchas moscas, a mi papá le molesta que se posen sobre la comida, la ropa, la silla o lo interrumpan mientras ve sus noticias. Disfruta tomando un trapo de la cocina o con la palma de sus manos y con la suficiente fuerza mata las moscas una por una. Ver a mi padre matar las moscas, me lleva a relacionar cada una de sus acciones con la forma en la que matan sistemáticamente fuera de mi casa. Nosotras y nosotros somos moscas, aparecemos muertas y muertos, estorbamos, molestamos o como sucedió al principio de la pandemia SIDA, transmitimos enfermedades. Encuentro una relación a través de la facilidad en que se mata una mosca y se mata a alguien en la calle. Esto me lleva a preguntarme ¿Cuál fue la violencia que me ha tocado vivir a mí?

Figura 2. Marín, Sebastián. (2022). Estudio de obra. [Fotografía]. Armenia: cortesía del artista.

(Re) memorizar me lleva a un acto de volver hacia atrás, de tomar las pocas imágenes difusas de mi padre, acoplarlas y volver a encontrar la narrativa en donde se ubica la violencia. Este recuerdo me sitúa en la casa, especialmente en el comedor, cuando se debía callar para que mi padre pudiera observar las noticias. También está la cocina, el lugar a donde el cuerpo de la mujer es condenado, pues está obligada a la acción de cuidado, también se evidencia un vacío, el de mi padre cuando no está, la necesidad de dinero y de trabajo, lo ha obligado a vivir lejos, al no estar, a ser una ausencia presente en los relatos de mi madre. Finalmente, mi condición de volteado, el nacer en una familia de creencias religiosas y educación militar.

Entiendo que estos factores van ligados a hechos repetitivos, pues mis abuelos también se vieron alejados de sus familias por la necesidad de dinero. Mis tías solo fueron enseñadas a ser madres ¿Acaso la tradición es un factor que denote la violencia en casa?

Según la RAE se entiende por tradición como “Transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres, etc., hecha de generación en generación” (RAE, 2022) con esto podría decir que, las dinámicas que suceden en casas, la idea de darle un género a los espacios (es el caso de la cocina como lugar femenino y la cabecera de la mesa como lugar masculino) permiten identificar los rasgos de tradición que están implícitas en mi familia y que han sido enseñados de generación en generación. Por otra parte, teniendo en cuenta esta idea, también identifico estos hechos en la literatura, como es en el caso de La Metamorfosis de Franz Kafka. Gregorio al levantarse una mañana y encontrar su cuerpo convertido en un insecto, detonada una serie de preocupaciones que le imposibilitan seguir siendo ese hombre tradicional que llega puntual al tren, llega al trabajo, y consigue el dinero suficiente para mantener a su familia. La violencia que ejerce su madre, padre y hermana al ver en la inutilidad en la que se ha convertido su hijo y su hermano, “este animal nos persigue, espanta a los inquilinos, quiere apoderarse de toda la casa. Al final todos nosotros dormiremos en la calle” (Kafka, 2000 p.71). En este fragmento muestran a Gregorio como el gran responsable de sus problemas y su familia lo condena al repudio y a la periferia de la casa.

Walter Bejamin para 1938 realiza una carta dirigida a Gerhard Scholem titulada A propósito de Kafka, se encuentra una mirada profunda sobre la obra propuesta por Franz, Benjamin pone en discusión la categoría de la modernidad, se evidencia la intensión que tiene Kafka en apartarse de una postura romántica de la era moderna que estaba siendo obligada a seguir: “La obra Kafkiana expone una enfermedad por la tradición. En ocasiones se ha querido definir la sabiduría como el lado épico de la verdad. Con ello que la sabiduría se caracteriza como un bien tradicional” (Bejamin, 2011, p.58). Benjamin al opinar sobre Kafka, hace una invitación al nombrar la sabiduría como un bien establecido, como el ideal a seguir, como la norma de una sociedad. Es por esto el cuestionamiento de Kafka al convertir a Gregorio en un insecto, convertirlo en una cosa que se aparta de ese ideal de vida, es en este caso a donde encontramos a Gregorio siendo violentado por su familia, pues ya no es útil para ellos. Por otra parte, encontramos la imagen del Gregorio antes de su transformación, ese que estaba en una constante agitación, llegar puntual, tener trabajo y llevar dinero ¿Acaso son estas mismas preocupaciones las que vivimos en la sociedad hoy? Es por esto que la tradición es un factor que detona hechos de violencia en la casa. Como en el caso de Gregorio y en el de mi familia, las dos narrativas han dispuesto escenarios de conflicto que han sido detonadas por una tradición. La tradición sistemática de la muerte que sucede afuera, como si fueran moscas en casa, posadas sobre un plato, persiguiéndolas para matarlas; el vacío de un padre por no estar, ir a buscar el dinero para sobre(vivir); la condena a una madre a la cocina, a los trabajos del hogar y al cuidado de una familia; y la condición de un hijo marica que no responde, ni responderá a una tradición del (ser) familia.

Figura 3. Marín, Sebastián. (2022). Estudio de obra. [Fotografía]. Armenia: cortesía del artista.

Notas

[1] El interés de este proyecto surgió en medio de un estallido social. De estar frente a un televisor viendo noticias politizadas, opinando sobre la muerte de personas y nombrando a los culpables a su propio beneficio. Luego estaban las redes sociales, los live de instagram de mis amigos, viendo como llegaba la policía o civiles y les hacían daño, muerte y desaparición de muchos y muchas de mi edad. Luego estaba la imagen de mi padre, un hombre que fue policía y también le dolía la muerte de sus iguales. Entonces entendí que la muerte en el campo, en los barrios o las universidades, no era de buenos o malos o de quienes vestían de verde oliva o quienes taparon su cara con capuchas, sino de quienes tenían el control y veían al pueblo como un ejército de peones. Esto me hace preguntarme sobre ¿Qué violencia me había tocado vivir a mí? Ya sea adentro o afuera, pública o privada, el sentir y el resistir dejó de ser de importancia para este tiempo en donde vamos a mil por hora. La fragilidad del cuerpo que aguanta está opacada por una serie de dinámicas que se repiten año tras año, una tradición que detona una violencia. Mi espacio es mi casa, un lugar que es un todo, una buhardilla, un sótano, una habitación. Mi casa es muy pequeña, sus paredes difusas y mi barrio termina siendo una gran casa. Un nido de moscas, en donde nacemos moscas, un insecto frágil y sin importancia, fácil de matar y espantar ¿De qué manera se mata esa mosca?

Referencias

Kafka, F. (2011). Un artista del hambre o el peso del arte (R. Albé, Trans.). Casimiro.

Kafka, F. (2000). La metamorfosis . Editorial Sol 90.

Real Académica de la Lengua Española. (2022, November 4). Tradición. Diccionario de la lengua española. Tomado en noviebre 6, 2022, de. https://dle.rae.es/tradici%C3%B3n

Cómo citar:

Marín, S. (2022). El padre del jugador enseñando a su hijo a matar. Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo 4 (7). Disponible en: https://portal-error-1913.com/2024/03/17/el-padre-del-jugador/

Fecha de recibido: 7 de diciembre de 2022 | Fecha de publicación: 17 de marzo de 2024

Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo.

ISSN: 2711-144

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