EXPERIMENTACIÓN, INTUICIÓN Y PLANTAS. Entrevista a Natalia López Lombo

Experimentation, intuition and plants. Interview with Natalia López Lombo

Por: Kamila Loaiza Orozco

Estudiante de Artes Plásticas | Universidad de Caldas | kamila.11911985@ucaldas.edu.co

Lopez, L. Natalia. (2019) Collage. [Libro de artista]. Manizales

Kamila: La presente entrevista se centra en la vida y el recorrido artístico de Natalia López Lombo, hablamos de experiencias perceptivas, sensoriales, emotivas, contemplativas, entre otras. Este ejercicio surge a partir de un proceso de introspección y exploración, al encontrarme en el desarrollo inicial de contextualizar mi obra y darle un significado, empiezo a preguntarme por el cómo, por qué y para qué. Durante dicho proceso encuentro que mis principales cuestionamientos giran en torno al retrato, a lo naturalista, a lo experimental y a lo simbólico. Encuentro mucha similitud en los procesos que ha tenido Natalia como mujer artista y los que quiero emprender, me sentí identificada constantemente. Coincidimos en pensar que encontrarnos dentro del arte y sus infinitas posibilidades de representación y expresión es algo que se logra mediante un acto consciente de sensibilización, en el cual aprendemos a habitar y crear vínculos significativos con otras personas y con la naturaleza.

Kamila: Para iniciar me gustaría que te presentaras y hablaras un poco de tu trabajo: ¿Cómo te llamas? ¿De dónde vienes? ¿Cuáles son tus antecedentes?

Natalia: Me llamo Natalia López Lombo, actualmente vivo en la ciudad de Manizales y me desempeño como tallerista. Me gradué del Colegio El Inmaculado Corazón de María, en Bogotá, allí era muy importante reflexionar, cantar, compartir y asistir tanto a salidas pedagógicas como paseos. Disfrutaba esos viajes y me volví misionera por un tiempo, tuve la oportunidad de viajar a lugares lejanos de Colombia. Fue fantástico enseñar, aprender y vivir experiencias religiosas diferentes, con personas que celebran sus rituales sin necesidad de una iglesia estructurada o un cura. Me gradué con énfasis en química, mi momento favorito en las clases era cuando íbamos a los laboratorios. La química me encanta, me parece hermosa y mágica, habla de la composición de la tierra y los elementos del mundo, del cuerpo, está en todas partes. Finalmente, elegí estudiar Artes Plásticas, mis padres son artesanos y eso influenció la forma en que me relaciono con el mundo material. Hoy creo que no podría hacer otra cosa y ser completamente feliz. Estudié en la Academia de Artes ASAB, en la Universidad Distrital. Me encontré con lo que esperaba, pero amplificado, era un universo de expresiones y experiencias. Después me fui un rato a vivir a Salamina Caldas y allí estudié cocina tradicional en la Escuela Taller de Caldas. Finalmente, estudié Artes Plásticas en la Universidad de Caldas.

Kamila: ¿Cuáles fueron tus intereses cuando estabas empezando en el arte?, ¿Guardan relación con los que tienes ahora?, ¿Qué tanto han cambiado?

Natalia: Mi familia tiene un taller de metales, producen esculturas y piezas por encargo. Desde muy chiquita tengo fascinación con las materias primas, las herramientas y los elementos que me rodean. Recuerdo que mi padre me enseñó a trabajar en su taller y usar herramientas. Al igual que mi abuelo quién es un creador que -ante cualquier duda o trabajo- me aporta todo su conocimiento. Mi madre es una mujer muy sensible, me transmitió el amor por las plantas y la capacidad de apreciar los detalles de las cosas. Estos estímulos me permitieron, al inicio de la carrera, tener interés por casi todas las técnicas y el manejo de herramientas. Empecé explorando la escultura, la fotografía, la cerámica. Como te comenté, los primeros semestres de mi carrera los vi en la academia de artes ASAB en Bogotá. En ese momento experimenté el campus universitario rápido, competitivo, efervescente, lleno de contrastes, centralizado y terriblemente encantador. Para mí era muy difícil enfocarme, sentía que no estaba disfrutando realmente todo ese banquete y terminé, entre montañas, en la Universidad de Caldas en Manizales.

En el presente sigo atraída por las formas, técnicas, herramientas y métodos, pero desde otro punto de vista. Hay una relación con aquello que me llamaba al iniciar mi carrera, sin embargo, se manifiesta de otra forma. Moverme dejando atrás cosas que pensaba estáticas en mí misma, me ha dado otras formas de construir, dialogar, ver y desear. Hoy busco llevar mis procesos, exploraciones, métodos y relaciones de forma más honesta conmigo misma.

Kamila: En este momento de tu vida ¿Te consideras una artista experimental?

Natalia: Nacer en la época del arte contemporáneo me ha dado herramientas para cuestionar todo, principalmente al arte en sí mismo. Si bien son importantes los procesos técnicos y académicos, también es importante cuestionarlos, explorarlos, criticarlos y experimentar de muchas formas para encontrar tu propio criterio. Me gustaría pensarme siempre como un ser sensible y experimentar las posibilidades de lo interdisciplinar, sin miedo a la trasformación.

Kamila: ¿Qué papel juega la experimentación en tu trabajo?

Natalia: La experimentación se manifiesta gracias al diálogo con lo que me rodea, estamos en un mundo muy extraño, mágico y complejo. Los seres humanos aparentamos ser normales, pero somos criaturas de muchos mundos. Por tal razón, me gusta pensar en lo experimental como algo que puede pasar en cualquier momento y de muchas formas, está allí siempre en las proposiciones, en los juegos, en las rupturas y en las decisiones que tomamos. No solo se experimenta cuando se hace obra, la experimentación libre se logra en la reconciliación entre la expectativa y lo que se vive sin certezas.

Kamila: ¿La experimentación ayudó a identificar tus preferencias técnicas o los materiales que utilizas?

Natalia: Creo que la experimentación me llevó al error, a equivocarme, a lugares oscuros, inciertos, complejos y dar muchas vueltas. Al experimentar solo hay ideas de lo que puede resultar al final pero nada certero. Estás probando, buscando, indagando y en esa búsqueda es muy posible que te pierdas, eso es parte muy importante del camino. Te permite caminar y encontrarte, luego escoges mejor por dónde ir y por dónde no.

Kamila: Todo esto es una invitación a explorar las posibilidades infinitas que ofrece el arte. Descubrir más allá de lo que se puede conseguir en la primera vez que intentamos algo. Dadas todas esas experiencias y encuentros que has tenido durante tu proceso experimental ¿Cuáles son las temáticas principales de tu trabajo? ¿Dialogan con un contexto?

Natalia: Los temas que atraviesan mi quehacer artístico sin duda empiezan con el feminismo, siendo una mujer artista, me parece vital. También me enfoco en lo ancestral, artesanal, popular, tradicional y local porque siento una conexión sensible con estos temas. Me llama de forma enigmática, el símbolo, lo mágico, la brujería, el ocultismo, las plantas, los amuletos y los rituales que se conectan con lo procesual, empírico, relacional, erótico, camaleónico y comunitario. También me interesa la investigación, la museografía, la historia del arte, la curaduría y la educación en las artes.

Kamila: En tus obras veo presente el retrato ¿Cómo lo abarcas desde las diferentes expresiones plásticas?

Natalia: Me gusta mucho dibujar, pero el dibujo generalmente en mi trabajo nunca está solo, cuando retrato no busco que se parezca demasiado a algo, busco que me hable y me muestre cosas que están ocultas. También lo veo como una exploración profunda a mí misma. Me gusta mucho la trama, los dibujos feos, la línea peluda, las cosas extrañas, los punticos de colores y los minidibujos. El retrato es más bien un ejercicio de disfrute, una manera de comunicarme con lo interno y lo externo; aparece de muchas formas a través de la contemplación, el collage, la instalación, el paisaje sonoro, el ensamble, la pintura, etc.

Kamila: Si bien el dibujo en tu trabajo no solo parte del elemento lápiz sino de muchas otras herramientas ¿De qué manera el collage se convirtió para ti en uno de los principales medios de expresión y producción artística?

Natalia: Mi abuelo tenía un montón de calendarios viejos de obras de arte guardados y los encontré un día. Todo el tiempo estamos bombardeadas de imágenes virtuales pero cuando encuentras un papel texturizado, hojas viejas, impresiones antiguas, la imagen tiene una calidad muy alta y cuenta una historia, me gusta mucho eso, el papel, darle el valor a cada imagen. Tomé un taller de collage con Detrito que es uno de los creadores de La Sarcófaga, un laboratorio gráfico en Bogotá, desde ahí, la idea que tenía del collage se volvió mucho más grande, empecé a conocer artistas que usan el collage en videos, instalaciones y en elaboración de estructuras. Desde entonces me parece una forma muy rica de explorar la imagen, también lo utilizo en el trabajo con Maleza (Colectivo feminista) porque me permite conectar el feminismo con mis propias búsquedas.

.

Lopez, L. Natalia. (2019) Collage. [Libro de artista]. Manizales

Kamila: ¿Cómo es el proceso para crear tus obras?

Natalia: Inicio generalmente sintiendo, explorando, recorriendo, caminando y transitando por algún lugar, concepto, noticia, acontecimiento, etc. Luego me gusta mucho investigar y hablar del tema. Lo converso con mi compañera, amigas y familiares, en las charlas siempre surgen muchas cosas nuevas. Me gusta obsesionarme un poco, escribo sobre el tema, pruebo muchas formas y materias primas. También pienso en el destino de mis piezas o de mi trabajo para tener presente el formato y los materiales. Y, definitivamente, luego de todo eso, soy muy intuitiva e inquieta. Cuando algo me está costando ofrendo velas a mi altar, me alejo de todo y observo a las plantas.

Kamila: ¿De qué manera la emocionalidad actúa como herramienta compositiva para tus obras?

Natalia: La emocionalidad es un detonante de mis procesos artísticos, la intuición también es parte importante y, si estoy en calma, es una gran consejera. A veces una no quiere hacer ciertas cosas y no entiende muy bien por qué, no se siente muy cómoda o contenta con ciertos resultados, procesos y búsquedas. La emocionalidad nos guía, al final se trata de escucharnos con minucia y cariño.

Kamila: Me encantaría saber acerca de los rituales que practicas ¿Cómo influyen en tu producción artística?

Natalia: Realmente mis rituales son muy intuitivos, pero he aprendido a hacerlos con algo de destreza y técnica, como una práctica muy cercana al arte. Un buen ritual puede ser reunirse con las amigas, bailar con la luna, encontrar ritmos internos, ofrendar elementos, tener muy presentes a los símbolos, no ser tan humana, pensarse siendo de muchas especies y en varios cuerpos, visitar a brujas poderosas, tener referentes energéticos, buscar lugares sagrados, descubrir paisajes nuevos, lugares especiales, casas abandonadas, estudiar el tarot.

Kamila: Me parece que toda práctica que hagamos repetitivamente y realicemos con consciencia, se convierte en un ritual, es por eso que me gustaría preguntarte ¿Cómo el arte se convierte en un ritual para ti?

Natalia: El año pasado leí Construcciones de Cuerpos, un texto de Consuelo Pabón. Allí encontré un punto de partida para hablar más concretamente de los rituales y comprenderlos como formas de descolonizar el cuerpo. Los símbolos y actos creadores tienen tanto poder y están cargados de tanta intención que simplemente permiten que pasen cosas. Creo que el ritual es una práctica existencial y para mi hacer arte es absolutamente vital. La ceremonia es un acto creativo, en nuestro presente estas ceremonias nos permiten evacuar, limpiar, refrescar, conectar y estar plenamente. Lo relaciono al instante con mi hacer, me veo haciendo arte como si estuviera en medio de una ceremonia y no quiere decir que sea una práctica elevada, puede ser un elemento también muy cotidiano, común y espontáneo.

Kamila: Considero que tu proceso ha sido profundo y consciente. Me parece que trabajas desde la paciencia, el ritmo propio y el disfrute; además tienes presente la mutación constante de lo que somos. Retomando un poco lo que mencionaste anteriormente acerca de la alquimia y las transformaciones que el mundo tiene y puede presentar, quisiera que habláramos de tu investigación de los pigmentos naturales ¿Cómo fue el camino que te llevó a interesarte por este proceso naturalista?

Natalia: Las plantas están allí desde siempre. Mis padres son tecnólogos agrícolas amantes de los hongos y de las caminatas, me transmitieron el gusto por detenerme y contemplar las plantas. También hace tres años empecé a trabajar con el Banco de la República en múltiples actividades, una de las más interesantes fue hacer un taller para el Museo Quimbaya de Armenia referido a los pigmentos naturales. Me encontré así con un tema gigante del cual casi no había información viva en la actualidad y me enamoré del código y misticismos del color en la naturaleza, los pigmentos naturales, las plantas tintóreas, recetas, objetos, paisajes e historias que giran en torno a estos elementos milenarios. Esto me llevó a pensar en mi trabajo de otra forma, centrando mi atención en la intención y en el proceso.

Kamila: Me interesa la botánica y todo lo referente. Estoy en el momento de empaparme de ese conocimiento e inquietarme al respecto. Me gustaría preguntarte ¿Cómo describes la relación que existe entre este proceso naturalista y los procesos artísticos experimentales?

Natalia: Tiene mucho que ver porque mi trabajo parte de una conversación con el paisaje directamente, los elementos con los que trabajo son muy vitales. También he pensado en el proceso que tengo con las técnicas artísticas y cómo las utilizo. Me pregunto ¿Cómo estas técnicas tienen un impacto en lo que quiero decir y lo que me rodea?, ¿son coherentes con lo que yo quiero dar a entender? Es muy diferente trabajar con una pintura sin conocer su procedencia a trabajar con pigmentos o tintas de las cuales sí conoces su procedencia y tú misma preparaste. Hacer tintas es un performance, un dibujo en el aire, una aventura; salgo a caminar y recolectar los elementos, los preparo, cocino, fermento, mezclo. Hay todo un ritual para encontrar el color indicado. Esto me ha ayudado a conversar y situarme de otra forma con los territorios y tejer relaciones más sensibles con los mismos. Por medio de rituales es como he ido construyendo ese diálogo entre la experimentación y los pigmentos salvajes.

Kamila: Para finalizar quisiera preguntarte ¿De qué manera los conocimientos ancestrales con respecto a las plantas han ayudado o influenciado tu proyecto de pigmentos naturales?

Natalia: Los conocimientos ancestrales me han influenciado mucho. Los pigmentos salvajes muestran la singularidad de un lugar, su contexto natural y enseñan la sabiduría específica de una comunidad. Hay ciertos grupos poseedores de conocimientos que conocen los depósitos de pigmentos y la producción de pigmentos. En las comunidades artesanas e indígenas, suelen ser las mujeres quienes en gran medida resguardan las recetas y formas en las que se siembran, trabajan, preparan y usan las plantas y sus colores. Los conocimientos ancestrales relacionados a los pigmentos y el color son un magnífico tesoro, patrimonio cultural de cada región. Actualmente me encuentro realizando un trabajo sobre esta temática con un enfoque feminista. La idea es elaborar un libro de artista que funcione a modo de cartilla y que permia recopilar plantas, recetas y conocimientos en torno al tema.

Cómo citar:

Loaiza, K. (2021). Experimentación, intuición y plantas. Entrevista a Natalia López Lombo. Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo 1(3). Disponible en: https://portalerror1913.com/2021/04/20/experimentacion-intuicion-y-plantas/

Fecha de recibido: 13 de febrero de 2020 | Fecha de publicación: 20 de abril de 2021

Portal Error 19-13. Revista de arte contemporáneo.

ISSN: 2711-144

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s